Siete años en el Tibet

Seven Years in Tibet (1997)

Curiosidades

Uspallata no es el único lugar de Argentina elegido para filmar esta película, también lo fue la ciudad de La Plata, en la estación de trenes, pues es igual a la que existía en Alemania desde donde parte Brad Pitt al comienzo del rodaje, o sea en la primer escena.
Para reconstruir el Tíbet en los Andes, se eligieron los pueblos de Uspallata y Mendoza, ésta una ciudad argentina con 700.000 habitantes, donde se reprodujeron el poblado de Lhasa y el palacio de Potala, con más de mil habitaciones, donde han residido los Dalai Lama.
En uno de los lugares elegidos para filmar (Uspallata, Mendoza, Argentina) en el "cerro Tunduqueral", se encuentran "petroglifos", realizados por los aborígenes del lugar en los años 600 a 1000 d.c.; los cuales, el equipo de producción de la película "arrancó" del lugar (aprovechando las piedras sedimentarias para extraer solo la capa del petroglifo), y así dejar solo un tercio de ellas en un lugar sagrado para los indigenas locales. Hoy por suerte, después de años, es un área protegida.
Tanto Brad Pitt como David Thewlis, protagonistas de la cinta, tienen prohibido entrar a China debido a que los cuidadanos de aquella ciudad consideraron ofensivo el argumento de la película.
El propio presidente de Argentina tuvo que prestar su avión para poder transportar a Brad Pitt a una de las zonas de rodaje.
Se alteró el diálogo en dos secuencias para rebajar el nivel de polémica en torno al pasado nazi de Heinrich Harrer, que destapo la revista alemana Stern. En la primera un oficial alemán se refiere al personaje como “distinguido miembro del Partido Nacional Socialista” en lugar de “al hombre que colocó nuestra bandera en la cima del Eiger”. Y en la segunda Harrer, comprobando el ataque salvaje del ejército comunista a los monjes budistas, asegura en voz en off que “no hace mucho yo abrazaba los mismos ideales. Hubo un tiempo en el que no era tan distinto a los chinos intolerantes”.
El director del filme, Jean-Jacques Annaud se las arregló para mandar un equipo de la segunda unidad al Tíbet para filmar en escenarios naturales, con la excusa de que estaban rodando un documental.
El personaje que interpreta Brad Pitt, Heinrich Harrer, fue el primer occidental junto con Peter Aufschnaiter en visitar y vivir en la Ciudad Prohibida de Lhasa desde el siglo XVIII.
Para evitar que las histéricas fans desplazadas al lugar del rodaje asaltaran la residencia donde vivía Brad Pitt, los productores tuvieron que ordenar la construcción de un muro de 3,5 metros de altura que costó 60.000 dólares.

Autores, bibliografía: Jose Perez Nestor Lualdi Carlos G. Anahid