Paranormal Activity

Paranormal Activity (2007)

Curiosidades

El final original fue cambiado por sugerencia de Steven Spielberg.
Aunque está producida por la Paramount, esta película es la única en la que no aparece el logotipo del estudio en los créditos, a excepción de uno que establece los derechos de autor.
Al parecer Steven Spielberg se asustó tanto con la película, que tuvo que dejarla a medias.
El libro que Micah consulta es "Picture Book of Devils, Demons and Witchcraft" (1971) de Ernst y Johanna Lehner, de la editorial Dover Publications.
Katie Featherston y Micah Sloat debutan con esta película.
Peli comenta que: "una de las cosas que quería hacer era crear algo que la gente pudiera decir que define el horror para su generación. Algo como cuando después de Psicosis la gente decía que no volverían a ducharse, cuando después de Tiburón y Open water decían que no volverían a nadar en el mar o cuando después de El Proyecto de la bruja de Blair decían que nunca volverían a acampar en el bosque. Yo pensé que, bueno, dormir en casa es algo que no puede evitarse. Así que si puedo hacer que la gente tenga miedo de estar en casa, la película tendrá su efecto".
"Habremos hecho unas treinta proyecciones, con públicos muy numerosos y poco numerosos, y con todo tipo de personas, desde aficionados al género de terror a amas de casa, y después de cada proyección, Oren siempre cambia la película un poco", observa Blum. "Y ese es el proceso de Oren para hacer una película. Había modificado la película cincuenta veces antes de que yo la viera, antes de que la vieran en DreamWorks. Porque no le cuesta nada rodar la película, y creo que una de las cosas que hacen que la película tenga tanto éxito, y es como lo hacemos ahora, es que él rueda, ve lo que ha grabado, rueda algo más, añade una escena o vuelve a rodar una escena. Porque en su proceso sólo intervienen él y los actores, no hay más equipo; cuesta unos cientos de dólares, literalmente. En general, cuando vuelves a rodar una escena en una película de Hollywood, cuesta cientos de miles de dólares al día. Jim Cameron lo hace, sólo que sus películas cuestan 450 millones de dólares. Oren lo hace de un modo más barato".
Hablando en nombre de Schneider, Peli y de sí mismo, Blum contó recientemente a un visitante del blog: "Le estamos muy agradecidos a la gente que se ha interesado por esta película, a los fans y a la prensa. En primer lugar, por apoyar la película, pero también por serle fiel y no darle la espalda, que realmente es lo más importante para la película como entidad comercial. Nuestro camino hacia la distribución ha sido muy largo, y vosotros habéis sido muy pacientes".
Volviendo al punto de partida del famoso marketing a través de la web llevado a cabo por el equipo de El Proyecto de la bruja de Blair, hace diez años, la Paramount aprovechará la enorme fama y buena disposición con que Paranormal Activity cuenta en la web pidiendo a los fans que usen la aplicación Demand it! de Facebook para ver en qué ciudades se estrena antes Paranormal Activity, a partir de octubre.
A medida que se acercaba el festival de Slamdance, Blum mostró la película a dos de los periodistas más influyentes de la industria, John Horn, de Los Angeles Times, y Anne Thompson, que por aquel entonces escribía para Variety. Pero, a pesar de sus críticas positivas, la película salió de Park City sin haber llegado a un acuerdo de distribución. En realidad "todo el mundo pasaba", recuerda Blum, quien reconoce haberse sentido sorprendido y decepcionado. El socio de Blum, Steven Schneider, no estaba tan sorpendido: sabía muy bien que, a pesar de su calidad y buena conexión con el público, la estética casera de la película y los actores desconocidos serían considerados riesgos inasumibles por los distribuidores de películas de terror. "La película no emplea las tácticas para asustar que ya conocen los programadores de películas de terror", añade. "No hay un susto cada diez minutos. Y aunque probablemente el género de terror siempre tendrá sus adeptos, el grado de entusiasmo de los fans sufre altibajos". "Ahora estamos en el final de un ciclo bajo", prosigue Schneider. "El periodo de "torture porn" ha marginado y distanciado a tanta gente como a la que ha agradado; y luego Hollywood nos ofreció un montón de remakes bien facturados y otros productos de entretenimiento destinados a vender medianamente bien, no a ser buenas películas. Mi impresión es que hay un deseo generalizado por parte de todos los públicos –no sólo los jóvenes– de ir al cine y ver una película que apele a su lado más oscuro. La gente quiere pasar miedo, y hace mucho tiempo que no lo pasa". Finalmente, un joven ejecutivo de DreamWorks, Ashley Brucks, que vio la película en Slamdance, sintió lo mismo, y presentó "Paranormal Activity" a su jefe, Adam Goodman. El estudio le ofreció hacer el remake de la película y convertirla en una película de Hollywood de alto presupuesto. Blum puso la condición de que Peli dirigiera la película, a lo cual DreamWorks accedió. Por aquella época, Peli fue incluido en la clasificación anual de "Las 25 nuevas caras del cine independiente" de la revista Filmmaker, un honor que también le complicó la vida. La historia concluyó con "rumores" de un remake que nunca fueron confirmados ni desmentidos. Blum sopesaba la posibilidad de renunciar a su idea de estrenar en salas comerciales la película original de Peli pero el hecho de que la película ya había sido puesta a prueba con numerosos públicos le daba vueltas en la cabeza. Finalmente, altos ejecutivos del estudio accedieron a ver la película con un numeroso grupo seleccionado, y esa proyección fue definitiva. Incluso uno de los fundadores del estudio, un director que algo sabe de películas de terror y de las reacciones del público, la vio y dio su aprobación. Y entonces DreamWorks se separó del estudio que distribuía sus películas, dejando los derechos del estreno de la película, y a los ejecutivos Ashley Brucks y Adam Goodman, a la merced de la Paramount, donde la película demoró durante meses. Durante el verano de 2009, se produjo un cambio en la Paramount. Peli, Blum y Schneider observaron en silencio cómo los altos ejecutivos eran sustituidos, numerosas películas rematadas, las fechas de estreno de un par de grandes producciones desplazadas y cómo se instalaba un nuevo modo de hacer y vender películas.
Peli hizo una visita a Schneider y Blum en la casa de éste en Hollywood Hills y le vendió su película, tal vez porque Blum le había insistido en que él y Schneider no recibirían nada de dinero hasta que la película hubiera generado más de lo que ya habían ofrecido a Peli.
Cuando Schneider mostró la película a Jason Blum, la película había sido aceptada por el festival Slamdance y los agentes de Peli le habían hecho una oferta que, según el director habría "cambiado mi vida". Pero con aquella oferta, la película hubiera tenido una vida muy corta en un puñado de cines, y tal perspectiva avivó en Blum la competitividad que Blum siempre había tenido latente, desde sus inicios en el negocio, cuando trabajaba para Harvey Weinstein.
Schneider recuerda que, literalmente, sacó el DVD de la película "de una pila de proyectos recibidos" y lo vio solo aquella noche en casa. "Recuerdo que pensé que el director le pide al público que sienta lo que esta pareja está sintiendo", dijo Schneider recientemente al ser preguntado por sus primeras impresiones de la película. "Pero lo que de verdad me enganchó fue la escena de la primera noche, después de que Micah pusiera la cámara en el trípode. Hemos visto muchas películas de terror en las que la cámara es sostenida en la mano y va girando, por lo que ese plano estático casi parecía subversivo. Me di cuenta de que el director tenía intuición para crear suspense. Poco a poco, la película me fue absorbiendo, mi miedo fue en aumento, y la forma tan clínica de rodar de Oren, junto con el trabajo naturalista de Katie y Micah, me afectó mucho. No pude dormir".
Los elogios recibidos a raíz del Screamfest, ayudaron a Peli a encontrar agente en la CAA (Creative Artist Agency, una de las más importantes agencias de representantes de actores y deportistas de EE.UU.); ayudaron a la película a hacerse un hueco en el festival Slamdance en enero de 2008 y atrajeron la atención de Steven Schneider, un teórico convertido en productor, licenciado en Filosofía en Harvard y en Estudios Cinematográficos por la NYU, cuyos numerosos libros sobre el género de terror le llevaron de Nueva York a Hollywood en 2003. Era sólo cuestión de tiempo antes de que las agencias y estudios recurrieran a Schneider buscando proyectos como el de Peli, susceptibles de ser adquiridos o reversionados.
Después de la primera proyección, Peli recuerda que se le acercaba todo tipo de gente, hombres y mujeres de 20, 30 y 40 años, diciéndole que les había costado dormir por la noche, a veces durante varias noches. "Al principio no sabía si lo decían sólo por amabilidad, pero me lo siguieron diciendo durante bastante tiempo", dice.
"Ver la película con un público de pago que se tapaba los ojos y reaccionaba con todo el cuerpo es una experiencia que nunca olvidaré", recuerda Peli. "Esa primera proyección fue muy emocionante", añade Toni Taylor. "Me sorprendió cómo la gente se reía de Micah".
Peli reconoce ahora que no estaba suficientemente preparado para el estreno público de su película en 2007, y se sintió "aterrado" cuando la fundadora del Screamfest, Rachel Belofsky, "le obligó" a enviar un DVD de su película a Steve Barton, director de la conocida página web Dread Central. Al final, la cosa resultó bien: Barton y otra gente de la página web fueron los primeros en elogiar la película, y no sólo en su presentación en el Screamfest, sino durante el siguiente año y medio en el que Peli luchó para que se estrenara.
Peli presentó la película a "cuatro o cinco festivales" que seleccionó en la guía Ultimate Film Festival Survival Guide de Chris Gore y sólo fue aceptada en uno, Screamfest, un festival moderno y pequeño para películas de terror caseras y de culto que tiene lugar en Octubre de cada año en el legendario Teatro Chino de Hollywood Boulevard.
"Cuando estaba montando la escena en la que la puerta se cierra de golpe", recuerda Peli, "un día me decía a mí mismo que era maravilloso y que ya podía dejar mi otro trabajo, pero al día siguiente lo miraba y me parecía que era una tontería y que nadie iba a querer comprarlo".
El proceso de montaje se reveló tan difícil para Peli como fácil había sido la producción. No tenía confianza en sí mismo y tardó mucho en lograr un corte que le satisficiera.
Después de tan sólo siete días de rodaje, asistido por Taylor y Zbeda que aportaron desde ideas para la historia hasta atrezo y le ayudaron con las ideas y la ejecución de las escenas peligrosas, Peli estaba listo para cargar el material en el software de edición Sony Vegas en el PC de su casa.
Según Peli, la producción fue tan sigilosa, que los vecinos nunca supieron que él estaba rodando una película. Ni nadie. "La única razón por la que les dije a mis padres que estaba haciendo una película es porque nos visitaron cuando estábamos preparando la casa. Cuando decido hacer algo, no me gusta hablar de ello", explica Peli, "porque cuando hablo, acabo no haciéndolo. Así que cierro la boca y lo hago".
Peli aplicó normas similares al diseño de la producción y del sonido. "Como ocurre con El Proyecto de la bruja de Blair y Open water, quería que en la película apenas hubiera sangre. Esas son las películas de terror que me gustan; no hay que llevarlas al límite. También quería que los efectos sonoros fueran sutiles. Establecimos el ruido de fondo del dormitorio y luego metimos un ruido sordo de baja frecuencia, que es en realidad todo lo que se necesita. El hecho de que en la película haya muchas escenas completamente silenciosas obliga al público a estar callado y atento a cada detalle. El silencio no hace sino enfatizar ese ruidito en la pared que no tendría por qué existir".
Peli aplicó en la película algo que aprendió de los extras del DVD de "Fawlty Towers": siempre que el personaje de John Cleese se metía con Sybil, ella no reaccionaba, supuestamente porque cuando una pareja está enamorada, no se andan con paños calientes entre ellos. Así que hice que Micah pudiera meterse con Katie todo lo que quisiera y ella reacciona con naturalidad, como si estuviera acostumbrada".
Toni Taylor trabajaba con abalorios al igual que Katie en la película.

Autores, bibliografía: Tepasmas IMDb