Martin Scorsese dirigió en 1986 "El color del dinero", una especie de continuación de "El buscavidas", de nuevo con
Paul Newman (que ganó un Oscar) y un joven
Tom Cruise. Curiosamente, mientras preparaba el proyecto, observó que uno de los personajes secundarios (el barman de la primera secuencia) era interpretado por el ex boxeador Jake LaMotta. Indagando en la azarosa vida de LaMotta y tras leer su autobiografía, concibió la que sería su mejor película hasta la fecha:
Toro Salvaje, que rodó en 1980, aparcando el proyecto de "El color del dinero" durante 6 años.