Alejandro Jodorowsky declaró que el final de la película fue de su autoría. Según palabras de él, Katsuhiro Ôtomo se lo encontró en un bar en Tokyo y conversando y bebiendo le dijo que no sabía como terminar la película, asi que Jodorowsky, que estaba borracho, le dijo como tendría que ser éste. Tiempo después Ôtomo le agradedió el brillante final. Jodorowsky no recuerda que fue realmente lo que le dijo, pero si recuerda que le hizo unos dibujos en servilletas.