Los mercenarios

The Expendables (2010)

Curiosidades

En la escena de la iglesia, Arnold y Stallone decidieron de mutuo acuerdo cambiar el diálogo sin avisarle a Bruce Willis para ver su reacción, eso hizo que este improvisara el chiste gay y luego se riera al darse cuenta de la broma que recibió, el resto del encuentro fue hecho según el guión en una sola toma.
Stallone hizo que la célebre ‘Arkansas toothpick’, una pesada, equilibrada y proporcionada daga con gran predicamento entre los confederados durante la Guerra civil americana, fuera el arma preferida de Lee Christmas. Diseñada para ser lanzada hacia cualquier parte, con una hoja que va de los 30 a los 50 centímetros de largo, ha de llevarse cruzada a la espalda en una funda.
Pese a que había manejado armas con anterioridad, Terry Crews admite haberse intimidado un tanto a la hora de manejar el AA-12. "Lo más difícil para mí", dice Crews, "fue aprender a respetar el arma. Hay que ser muy, pero que muy cuidadoso a la hora de cargar las balas. Ese bastardo ¡es una exageración!"
Giselle Itié insistió en participar ella misma en la perturbadoramente realista escena de tortura por el procedimiento del ‘submarino’. "Es una perfeccionista", comenta Stallone. "Definitivamente ha nacido para la acción." El día en que esa escena se rodó, Itié estuvo horas tendida cara hacia abajo en una tabla con una esponja y una toalla sobre la boca, mientras el agua se le iba colando garganta abajo. "Creamos una auténtica cámara de torturas", informa Kevin King. "Se trataba de un plató verdaderamente claustrofóbico." Con el fin de prepararse emocionalmente para la escena, Itie hizo los deberes. "Investigué cómo se siente la persona que está siendo torturada, porque quería entender la sensación de ahogo y asfixia. Quería comprender las emociones en esa situación. Fue un reto del todo emocionante, y apenas podía esperarme a rodar la escena".
Mientras Christmas logra que el hidroavión emprenda el vuelo, Barney, perseguido por el ejército de Garza, no tiene otro remedio que lanzarse desde un muelle flotante sobre el avión que se eleva. Lanzando el aparato ráfagas de viento de 50 a 65 kilómetros por hora, Stallone se vio literalmente proyectado en posición horizontal. "No creía que aquello resultara tan intenso", admite el actor. "Se convirtió en una acrobacia peligrosa."
Cuando Sly se reunió con su departamento de especialistas con miras a elaborar los detalles de la escena con Barney y Christmas en que huyen para salvar la vida en un hidroavión Albatross de los años 50, quería explorar la idea de crear un momento cinemático con un héroe de acción. "En lugar de la típica pérdida de combustible, sugerí colocar a Jason en el morro del avión", informa Stallone, "y la habitación se quedó en silencio." Stallone creía que podían hacerlo si Jason estaba dispuesto. Cuando Stallone se acercó a Jason con la idea, a éste le encantó al instante. "Sly afronta todas las acrobacias que a su personaje le corresponden, se golpea duro sin reparar en ello, y golpea a todo el mundo de un modo realista y creíble", afirma Statham, "y a menos que no salga de ese modo, no quiere incluirlo en el film... eso es música para mis oídos." Tras consultar al célebre coordinador aéreo Fred North, quien evaluaba las capacidades logísticas y mecánicas del avión, y después de atender todos los extremos relativos a seguridad, Stallone iba a lograr su momento cinemático. Con varias cámaras captando la escena, Jason estaba allá, atado con seguridad en el morro del hidroavión, que se elevó del suelo unos cincuenta metros a través de oleadas de humo y llamas. "Jason estuvo estupendo", dispara Stallone, "se que quitará importancia a lo que hizo, pero lo cierto es que era peligroso y que se mostró del todo dispuesto." La escena hubiera podido rodarse recurriendo a la ‘magia del cine’ pero Sly insistió en remontarse a un tiempo más rudimentario y apeló a que sus actores afrontaran la mayoría de sus propias acrobacias para que la película no tuviera que depender de la tecnología. "La quería rodar con cerebro y músculo, no con tecnología moderna", explica Stallone, de quien se sabe su atención para con los detalles y su aversión a sobrecargar una escena de imágenes generadas por ordenador. Buscaba que la película mantuviera las cosas tan reales como fuera posible a la hora de las acrobacias. "Odia las imágenes generadas por ordenador y recurre a ellas en muy contadas ocasiones", comenta King dando énfasis. "La mayoría de lo que vemos en pantalla es auténtico, y se usan las imágenes generadas por ordenador, como debiera ser, para realzar."
Mientras rodaban la espectacular batalla por el patio del palacio en la que los mercenarios asaltan el edificio, Terry Crews debía atravesar por entre una explosión y una bola de fuego enormes. Pese a que Crews estaba dispuesto a meterse en la bola de fuego, Stahelski entendió que aquello era poner a un actor en peligro sin razón alguna. "El plano resultó espectacular sin necesidad de afrontar una posibilidad de lesiones", comenta Stahelski, "y una vez que le explicamos eso a Sly, lo entendió perfectamente. No llevamos el plano a una situación comprometida, y no arriesgamos la vida del actor", añade. "Todos salimos ganando."
Como en Brasil, gran parte del rodaje previsto en Nueva Orleans requería localizaciones prácticas. Y también la climatología era un factor a considerar. Mientras rodaban en Fort McComb, una serie de catacumbas construidas durante la primera década del siglo XIX que el ejército confederado usó a inicios de la guerra civil, antes de que la Unión se hiciera con ellas, tres días de aguacero torrencial inundó el lugar resultando en la pérdida de días de rodaje.
Tras un mes de rodaje en Brasil, y después de un receso de dos semanas, la compañía se trasladó a Nueva Orleans, donde se inició el rodaje en los Estudios de cine Louisiana de Harahan. "Nueva Orleans es una localización interesante", explica el productor Avi Lerner. "Hay cultura, historia, y un talento excelente del que sacar provecho. Era un lugar idóneo para nosotros."
Brasil también proporcionó al diseñador de producción Franco Carbone una fachada que coincidiera con la imagen que se había hecho Stallone del palacio del general Garza. Carbone exploró centenares de localizaciones a la búsqueda de un complejo arquitectónico majestuoso antes de decidirse por la gran mansión de los años veinte que oficia como el edificio central del Parque Lage, en Río de Janeiro, un parque público situado a los pies del Corcovado, la montaña donde se halla la célebre estatua del Cristo. Este bello parque, con sus jardines de estilo inglés y pequeños lagos, se erigió como el perfecto telón de fondo para Garza, el malvado dictador encarnado por el actor de carácter, David Zayas.
De la noche en que Sly, Jet, Jason, Randy y Terry, vestidos a lo SWAT y armados hasta los dientes, se metieron en el plató para rodar su primera escena juntos, los actores comentan: "Me sentí como si me hubieran invitado a la Liga de los superhéroes", ríe Crews. Y Lundgren añade: "Creo que todos los del reparto nos sentimos un poco como admiradores de las celebridades, incluso yo. Cuando aparecemos juntos en pantalla, creo que el público verá algo de electricidad extra."
A menudo era la imprevisibilidad de la madre naturaleza la que planteaba a la producción los mayores retos. En Brasil, no era extraño que un aguacero arreciara sin previo aviso provocando retrasos en la producción. El calor y la humedad también fueron factores a considerar, con temperaturas que podían alcanzar los 45 grados y una humedad que casi podía ascender a la misma cifra. Esas condiciones resultaron muy duras tanto para el reparto como para el equipo técnico, e incluso para el material.
Plenamente consciente de las crecientes complicaciones en el rodaje en Brasil, el productor Les Weldon subraya la importancia del hecho que ese país ofrecía un gran telón de fondo y el look que los cineastas necesitaban para crear la ficticia isla de Vilena. "No cabe ninguna duda de que rodar en Brasil es una experiencia desafiante a muchos niveles", opina Weldon, "pero la arquitectura, el paisaje con sus pueblos pescadores, las junglas y la singularidad de su gentes nos aportaron una puesta en escena que no nos era posible conseguirla en ningún otro lugar."
Los productores tuvieron que vérselas con localizaciones logísticamente difíciles, con problemas de idiomas y comunicación, la adaptación para con los miembros del equipo técnico local así como a las culturas y costumbres locales.
Lundgren aplaude a Stallone por su predisposición a admitir contribuciones: "Cuando recibí el guión, Gunnar era un tipo totalmente distinto", recuerda. "No participaba tanto en la historia. Tras entrevistarme con Sly un par de veces, se nos ocurrieron otras ideas. Por lo que respecta a mí, soy más bien una persona tímida, permanezco en último plano y dejo que todo el mundo vaya de un lado a otro; Sly escribió eso para mi personaje."
Como actor, Stallone era consciente de que tenía que permitir al reparto que aportara sus individualidades a cada papel. Como director, también entendió la importancia de saber adaptar las ideas para sacar el máximo partido de las capacidades y el talento de cada actor individualmente. "Cada uno de ellos era una estrella por derecho propio", explica Stallone, "y precisaba ser atendido equitativamente. Pero he de admitir que todos vinieron y dejaron los egos a un lado. Todos subieron a bordo dispuestos a dar el cien por cien al papel. Hicieron que mi trabajo fuera fácil."
Couture, quien exhibe una ‘oreja en coliflor’ causada por más de veinte años de lucha libre, tuvo que someter a prueba su sensibilidad cuando Stallone escribió un monólogo acerca de esa oreja: "En cierta medida, el monólogo era fácil para mí", comenta Couture, "pues no decía sino la verdad. Todos los luchadores que conozco se reirán cuando vean la escena."
Para Stallone era esencial, en su búsqueda del actor para el papel de Toll Road, un atleta con capacidad como luchador y con presencia de estrella de cine. Road es la mente pensante del grupo que no obstante rezuma absoluta fuerza bruta. Encontró todo eso y más en el campeón de artes marciales combinadas, Randy Couture. "Randy aportó un rostro y un aspecto que es todo un mapa de ruta hacia el enfrentamiento, la batalla, la disciplina y el dolor", comenta Stallone. "Es masculino con un atisbo de sensibilidad en los ojos."
Para Lundgren, recurrir al propio bagaje emocional no fue lo más duro... lo que causaba a Lundgren verdadera inquietud era tener que sintonizar con esos impulsos humorísticos que Stallone inyecta en cada guión. "No me importa matar a gente o gritar", Lundgren ríe, "pero a las cuatro de la madrugada, cuando estoy emocionalmente desconectado, no me pidas que sea divertido."
Para Dolph Lundgren, hacerse con el papel de Gunnar Jensen ha sido como un cierto tipo de regreso. 25 años después de haber hecho trizas la pantalla como el luchador ruso Ivan Drago, en Rocky IV, Lundgren se ve una vez más teniéndoselas con Stallone. "Stallone dio nacimiento a mi carrera con el personaje de Ivan Drago", reflexiona Lundgren. "Y ahora, aquí estoy, algo más viejo, y una vez más Sly ha creado un personaje multifacético, espectacular y en cierta medida icónico. Un personaje más complejo que esperemos permita al público verme bajo una luz distinta."
Terry Crews recuerda claramente el día en que recibió la llamada telefónica de Sylvester Stallone para encontrarse con él con miras a un papel en la película. "Estaba atónito y emocionado", se precipita a decir Crews. "Para mí, trabajar con Stallone era cumplir un sueño que tenía de pequeño. Me sentía honrado."
Se consideró al rapero Curtis “50 Cent” Jackson, hasta que Stallone comenzó a interrogarse sobre si quizá estaba yendo demasiado lejos en una dirección equivocada, y una vez más cambió.
Se contactó con los oscarizados actores Forest Whitaker y Sir Ben Kingsley para papeles principales, pero a medida que la historia y los personajes iban cobrando vida propia, se efectuaron cambios.
Sin ni tan siquiera haberse cruzado con Stallone cara a cara, Jet Li se embarcó para encarnar a Ying Yang.
A través del proceso de escritura, Stallone no se sacaba de la cabeza a Jet Li y Jason Statham para los papeles de Yang y Christmas. No había trabajado con ninguno de los dos, pero admiraba sus interpretaciones y sabía de qué eran capaces. Para Sly, disponer de todo un icono de las artes marciales como Jet Li en la película era del todo obvio.

Autores, bibliografía: Tepasmas eriver41