El coloso en llamas

McQueen y Newman hicieron ellos mismos las escenas de riesgo.

Durante el rodaje se produjo un incendio de verdad en el estudio. Los bomberos que acudieron a sofocarlo fueron ayudados por el propio equipo del film incluyendo algunos de los actores que rodaban en ese momento. Steve McQueen echó una mano, todavía vestido con su uniforme de jefe de bomberos. Un bombero auténtico que estaba a su lado le reconoció y exclamó "¡Mi mujer no se lo va a creer!", a lo que McQueen respondió "La mía tampoco..."

Para evitar polémicas, el film se ambientó en San Francisco, en lugar de Nueva York que es donde se ubica el edificio en cuestión en las novelas en que se basa el argumento.

Las dos novelas en las que se basa la película: "The glass tower" y "The inferno", se publicaron en Estados Unidos coincidiendo con la inauguración de las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, ya que por entonces se especuló mucho en la prensa y la TV sobre las medidas de seguridad de aquellos enormes edificios en caso de incendio.

El guión se basa en dos novelas de similar argumento: es decir un pavoroso incendio en un super-rascacielos y sus trágicas consecuencias. Los productores tuvieron que comprar los derechos de ambas para evitar que otro estudio rodara una película de parecidas características y les hiciera la competencia.

Steve McQueen insisitió en que Paul Newman tuviera las mismas líneas de diálogo que él. Además, ambos cobraron lo mismo: un millón de dólares de la época y un 7.5 % de los ingresos de taquilla.