Ballerina

Al inicio del proyecto abrieron un estudio de animación propio en Montreal. Laurence Vacher, con gran experiencia en animación, fue a Montreal, donde reclutó todo un equipo especialmente para la película. En su momento álgido, el estudio empleó cerca de doscientos profesionales.

El equipo técnico del Studio Atelier tuvo la idea brillante de crear un kit de París yuxtaponiendo fachadas de edificios que, además de su sorprendente realismo, facilitó la producción. Ése era el tipo de ideas brillantes que contribuyeron a que se ciñeran al presupuesto sin renunciar a una imagen digna de un blockbuster.

La Ópera se había construido diez años antes. Florent Masurel encontró todas las heliografías originales en los archivos de la Ópera. Recurrieron a arquitectos independientes para recrear la estructura del edificio, y hacer así un modelo del mismo. Todo en la película se elaboró como modelo: ¡fue un trabajo hercúleo!.

Florent Masurel (director artístico) vivió literalmente en el París de esa época, invirtió seis meses en una asombrosa investigación por archivos tanto gráficos como visuales. No se perdió ni una foto. Examinó pinturas, grabados, literatura… Diseccionó el contexto social y político, estudió cada calle, cada oficio. La luz que le guió fue las transformaciones que estaban teniendo lugar en la capital gracias al Barón Haussmann, que habían comenzado por la ampliación de plazas y avenidas.

Yann Zenou quería que la historia tuviera lugar en Charenton, porque es de ahí.

Los tres guionistas tenían en común una apasionada declaración de amor por París.

"El desarrollo del guión fue un tiempo particularmente feliz que duró año y medio. Era como montar la película antes de rodarse. Estuvimos hablándolo mucho antes de alcanzar acuerdos. Así que se hace imposible saber quién era responsable de qué, aunque Laurent estuviera en el origen del guión, del desarrollo de personajes, y de los giros del argumento", cuenta Nicolas Duval-Adassovsky.

Cada estadio de la elaboración del storyboard era objeto de discusiones semanales. Una vez que se validaba una secuencia, se interpretaba con voces provisionales. Si no estaban del todo convencidos, Laurent Zeitoun y Carol Noble rehacían la escena.

El desarrollo del guión fue un proceso que se tomó su tiempo. Laurent y Carol Noble acabaron el guión y ya estaban en situación de buscar financiación, y pasaron al estadio del storyboard, durante el que se plantearon nuevos interrogantes acerca del guión. En la animación, no se malgasta tiempo de rodaje: no se puede corregir errores o arreglar puntos débiles durante el montaje.

Las películas de animación pueden alcanzar los doscientos millones de dólares. Y para "Ballerina" sólo tenían treinta millones. Para lograr que Ballerina fuera una realidad, tuvieron que ponerse las pilas, ponderar, explorar, e ingeniar unas cuantas soluciones artísticas importantes.

Durante el proyecto, los productores tenían en mente Fantasía y películas de superación personal, como "Karate Kid", "Billy Elliot" y "Rocky". Nicolas Duval-Adassovsky también nombra a "Ratatouille", que los deslumbró por completo, o "Enredados", con su increíble inventiva y humor.

Para que las piruetas de las bailarinas de la Ópera de París resultaran realistas y mágicas, primero probaron con la captura de movimiento, equipando a una bailarina Aurélie Dupont con sensores que transmiten puntos de movimiento a un ordenador. Se hace extraño decir que los primeros resultados transmitían una sensación de inercia, aunque eran una reproducción fiel de cuanto la bailarina estaba haciendo realmente. Pero rápidamente abandonaron esa opción. Buscaban más sofisticación, más dinamismo tanto en la danza como en las emociones. La técnica "keyframe", o lo que es lo mismo, la animación por fotogramas clave inicial y final les permitió alcanzar ese objetivo, gracias a Ted Ty (director de animación), que había trabajado para Disney y DreamWorks.

Cuenta Nicolas Duval-Adassovsky "Se nos ha preguntado por qué decidimos no hacer la película con actores reales. La respuesta es muy sencilla: la animación permite llegar a un público más amplio y variado. Nos era gratificante la idea de que la película hablara a toda la familia, tanto a padres como a hijos. Nos dimos cuenta de que a los niños les habían gustado algunas de nuestras comedias románticas, como Eyjafjallajokull o simplemente El Volcán. Cada vez más queríamos dirigirnos a ellos, y a los adultos que mantienen el niño que fueron… ¡empezando por nosotros mismos y nuestros hijos!".

Retomaron el proyecto en 2013, con "Ballerina" como título.

Yann Zenou (productor) nos cuenta que en 2010, Eric Warin y Eric Summer presentaron el tratamiento y los bosquejos preliminares para un proyecto por aquel entonces titulado La véritable histoire des petits rats de l’Opéra. Nos cautivó inmediatamente esa chiquilla escapada del orfanato que llega a París y se incorpora a la Ópera. Teníamos la génesis de una bella historia, pero todo lo demás estaba por hacer.